Dentro de las áreas protegidas habitan una gran variedad de especies animales que son monitoreadas por investigadores para determinar sus hábitos y movimientos. Conversamos con Guillermo Gil, biólogo que trabaja en la Dirección Regional NEA de Parques Nacionales, quien nos cuenta sobre los pasafaunas del Parque Nacional Iguazú.
Además del atractivo turístico que constituyen las Cataratas del Iguazú, el parque esconde en la selva (y en la zona de rutas que lo atraviesan) una variedad enorme de vida silvestre.
Para que estos animales puedan moverse libremente por el parque y disminuir el riesgo de ser atropellados, los pasafaunas cumplen un rol esencial. Sin embargo, no son los únicos, la vida silvestre depende del respeto de los conductores a las velocidades máximas en áreas protegidas, la señalética y otras herramientas viales, que nos advierten que ingresamos en una zona “especial”.
Primer “pasamonos” dentro del parque, la experiencia desde la práctica.
En el Parque Nacional Iguazú, existe un grupo de investigación (desde hace varios años) que estudia el comportamiento de los monos caí. Ese grupo fue el primero en señalarnos un lugar frecuente por donde los monos cruzaban la ruta.
Ahí, nace la primera iniciativa de pasafauna. “Como aún no había ninguna experiencia de pasafaunas aéreos en Argentina, se construyó un pasafauna sobredimensionado, se instalaron dos postes muy gruesos y se hizo una especie de pasarela con cables de acero y tablas de madera.
Ese “pasamonos” lo fabricó el Departamento de Movilidad del PN Iguazú, y fue aprovechado inmediatamente porque los monos ya usaban ese lugar para cruzar”. También observamos, con cámaras trampa, que era usado por otros animales arborícolas como comadrejas, nos cuenta Guillermo.
De aquella iniciativa, surgida de la investigación y el manejo, hoy el parque posee siete pasafaunas aéreos en sus caminos internos y esa primera propuesta sobredimensionada hoy fue reemplazada por una simple soga gruesa reciclada, que es utilizada diariamente por monos caí y sus crías.
¿Por qué son importantes los pasafaunas dentro del parque?
Las rutas y caminos dentro de las áreas protegidas tienen un lado positivo que es la comunicación, nos permiten recorrer el área, ver distintos ambientes, llegar a lugares atractivos… a su vez tienen su lado negativo, que se transforman en barreras para muchos animales o son atropellados.
Dentro de las áreas protegidas procuramos disminuir ese “efecto barrera” ¿Y cómo se disminuye? Haciendo pasos seguros para la fauna.
¿Qué tipos de pasafaunas encontramos en un área protegida?
Los pasafaunas pueden ser por debajo de la ruta (subviales) o por encima de la ruta (eco ductos). Estos últimos, son puentes con tierra y vegetación para los animales o pasos aéreos como los que tenemos en el Parque - los cuales son utilizados por la fauna arborícola: monos, ardillas, tamanduás, comadrejas…
Todas las especies que andan por las copas de los árboles pueden utilizar estos pasafaunas que son mucho más simples en construcción. Los animales son hábiles y están acostumbrados a circular por las lianas y enredaderas, entonces una soga o unos cables son suficientes.
Los últimos instalados en el PN Iguazú se construyeron junto a voluntarios con materiales reciclados. Reutilizando cuerdas de escalada (que soportan la intemperie) y tramos de caño de agua de descarte. Elementos muy simples que los monos adoptaron rápidamente para cruzar el camino.
Sobre la conducción dentro de las áreas protegidas
¿Cuál es la velocidad máxima permitida dentro del Parque Nacional Iguazú?
Muchos de los atropellamientos que existen hoy se pueden evitar, y una de las causas principales es que no se respetan las velocidades máximas, y eso depende de la conciencia de cada conductor. Está en nosotros, en la mayoría de los que visitamos las áreas protegidas, aplicar esta medida: disminuir la velocidad y prestar atención si se cruza un animal, manteniendo la distancia de frenado.
Hay animales grandes en la selva como tapires, yaguaretés, pumas, corzuelas, pecaríes… que por un lado pueden ser muertos por el atropellamiento, y por el otro lado también pueden dañar gravemente el vehículo o causar un accidente vial importante, incluso fatal para el conductor. El desafío es respetar las normas.
La velocidad máxima dentro del Parque Nacional Iguazú es de 60 km/h en la mayoría de los tramos. Después hay tramos - indicados a través de estaciones de reducción de velocidad que incluyen divisores de calzada, bandas ópticas sonoras, dientes de dragón, lomos de burro y cartelería- donde la velocidad máxima es de 40 km/h. También es de 40 km/h todo el acceso a Cataratas.
Es importante remarcar y que se tome conciencia que, respetando esas velocidades, además de ganar en seguridad para los animales y para el que circula, uno no tarda más que 5 minutos, que si va a una velocidad mayor. Si uno va de la ciudad a Cataratas o al aeropuerto, si va a 100 o si va a 60, es tan corta la distancia que no gana más que 5 minutos.
Fuente:Parque Nacional Iguazú
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